Ecosteryl frente a la Covid-19
Hace 5 años, la Covid sacudió nuestro mundo… ¿Qué hemos aprendido?

Hace cinco años, una amenaza invisible sacudió nuestro mundo, revelando muchos aspectos. Más allá de comprar papel higiénico en grandes cantidades, desinfectar nuestras compras con un pincel o vigilar lo que hacía el vecino, nuestra principal preocupación fue no infectarnos y cuidar a quienes sí lo estaban. Lo esencial volvió al centro de nuestras prioridades: nuestra salud. Y, por supuesto, el papel crucial del personal sanitario y de nuestro sistema de salud, así como la gestión de nuestros residuos médicos, que también estaban contaminados.
La pandemia de Covid-19 provocó un aumento sin precedentes en los residuos generados por la atención sanitaria: equipos de protección personal (EPP), pruebas, jeringas… Una verdadera avalancha de desechos biomédicos que puso a prueba los sistemas de gestión de residuos en todo el mundo. Recordemos que todos llevábamos mascarillas y las pagábamos a precios muy elevados. Según la OMS, entre marzo de 2020 y noviembre de 2021 se distribuyeron más de 87.000 toneladas de EPP, lo que generó un enorme desafío ambiental. Entonces, ¿qué hemos aprendido de esta crisis?
¿Cómo vivió Ecosteryl la Covid?
Mientras la mayoría permanecía en casa para evitar el contagio, los equipos de Ecosteryl estaban en primera línea. ¿Una oportunidad comercial? Algunos dirán que sí, aunque una máquina no puede entregarse en dos semanas a un nuevo cliente cuando, además, el mundo entero está paralizado. El cliente necesita autorizaciones, un lugar, un negocio sostenible, fondos… Mientras que el gel hidroalcohólico o las mascarillas fueron oportunidades de negocio inmediato, establecer un centro de tratamiento de residuos médicos es algo completamente distinto. Edificio, máquina de tratamiento, lavadora de contenedores, camiones, etc.: la inversión en este tipo de infraestructura asciende a cientos de miles de euros.
Los que realmente estuvieron al límite fueron nuestros clientes actuales, aquellos que ya operaban. Algunos habían comprado una máquina que tuvimos que instalar a distancia mediante videollamada; otros la habían adquirido recientemente —sin duda, aquellos con visión de futuro— y su equipo trabajaba al 100% de su capacidad desde el primer día. Otros dudaban sobre una nueva compra y luego se lamentaban de su indecisión. Todos tenían equipos que trabajaban sin descanso. Nuestro reconocimiento a estos operadores en la sombra, que estuvieron en contacto con lo que nadie quería tocar: los residuos médicos infecciosos.
Al final, fueron principalmente los gobiernos y las organizaciones internacionales los que tuvieron que enfrentarse a una crisis sin precedentes y encontrar soluciones.
Ecosteryl, al igual que otras empresas activas en la desinfección de residuos médicos, tuvo muchas más interacciones con la OMS, Unicef, el PNUD, el Banco Mundial, etc., organismos que disponían de presupuestos para intervenir de emergencia en territorios con riesgos sanitarios de gran magnitud. También ayudamos al Gobierno valón con una solución para la desinfección de mascarillas, la M-Steryl. En menos de un mes, una máquina estaba disponible y probada en el mercado. No tuvo éxito tras el fin de la Covid, pero demostró una vez más la eficacia de la desinfección por calor seco y permitió a Ecosteryl colaborar con institutos de investigación y demostrar su capacidad de respuesta en la búsqueda de soluciones.
En marzo de 2020, en solo un mes, los residuos médicos recibieron una atención mediática sin precedentes. Pero el verdadero cambio llegó al año siguiente, cuando los hospitales tomaron conciencia del impacto y la importancia de estos residuos en sus presupuestos. Muchos hospitales no querían revivir la pesadilla de los contenedores desbordados y los proveedores de servicios incapaces de gestionar los desechos.
Un ejemplo claro es el del hospital de Valenciennes, en Francia, que lo explica bien en este video.
¿Se tomaron medidas para evitar la acumulación de residuos médicos no desinfectados?
Ante esta acumulación masiva, era urgente mejorar la gestión de los residuos médicos. Aunque algunos países reforzaron sus protocolos de clasificación y eliminación, la crisis puso en evidencia muchas deficiencias: infraestructura de tratamiento insuficiente, excesiva dependencia de la incineración y falta de alternativas ecológicas viables.
Cinco años después, aún escuchamos testimonios de clientes y potenciales clientes que nos dicen:
“No queremos volver a vivir lo que experimentamos durante la Covid.”
Para Ecosteryl y muchas otras empresas activas en la neutralización de residuos médicos, el riesgo sigue siendo la presión del lobby pro-incineración como única solución. Si bien la incineración es útil, debería ser la última opción, no la primera.
El orden de prioridades debe ser el siguiente:
- Desinfección
- Clasificación
- Valorización
- Incineración o vertedero
Gestión de residuos médicos: lo que la pandemia de la Covid-19 nos enseñó según la OMS
Hemos compartido nuestra visión desde el terreno, pero ¿qué recomienda la Organización Mundial de la Salud? La OMS ha publicado varias directrices para mejorar la gestión de los residuos médicos y evitar consecuencias sanitarias y ambientales desastrosas. Aquí se pueden consultar varios documentos al respecto. En este aniversario de la pandemia, es un buen momento para reflexionar sobre estos aprendizajes y sobre el futuro de los residuos biomédicos.
Clasificación y tratamiento de residuos: una necesidad absoluta
Uno de los principales aprendizajes de la crisis es la importancia de la clasificación de residuos desde su origen. La OMS recuerda que:
- Los residuos infecciosos (vendajes contaminados, objetos punzantes, restos anatómicos) deben separarse de los residuos no peligrosos y almacenarse en contenedores específicos.
- La mayoría de los residuos hospitalarios no son infecciosos (envases, residuos de comida, toallas de papel) y pueden tratarse como residuos municipales comunes.
Esta distinción es clave para evitar la sobrecarga de las instalaciones de tratamiento y minimizar los riesgos de contaminación.
Los peligros ocultos en el tratamiento de residuos biomédicos que reveló la pandemia
La gestión de los residuos de la Covid-19 no solo involucra los EPP. Algunos productos químicos usados en los test diagnósticos también presentan riesgos:
- El tiocianato de guanidinio, presente en algunos kits de extracción de ARN, reacciona peligrosamente con el cloro, produciendo gases tóxicos.
- La azida de sodio, un componente de ciertas pruebas inmunológicas, no debe verterse en desagües ni someterse a autoclave, ya que puede formar sustancias explosivas.
¿Es posible que ocurra otra crisis sanitaria?
Los expertos coinciden en que otra pandemia de la magnitud del COVID-19 es inevitable. Figuras como el profesor Sir Chris Whitty, epidemiólogo británico y Director Médico de Inglaterra, quien desempeñó un papel central en la gestión del COVID-19 en el Reino Unido, han advertido que debemos prepararnos activamente, ya que nuestras infraestructuras sanitarias y capacidades de gestión de residuos podrían verse nuevamente desbordadas.
¿Debemos vivir con miedo? No. Pero la anticipación y la innovación son las claves para una mejor resiliencia.
No olvidemos que el COVID sigue existiendo, que hemos visto surgir el Mpox, que el Ébola sigue muy presente, etc.
El COVID-19 sacudió nuestras certezas y puso de relieve la necesidad de repensar nuestros modelos industriales y ambientales. Entre las grandes lecciones aprendidas:
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Conciencia ambiental: la necesidad de adoptar tecnologías de tratamiento de residuos más respetuosas con el medio ambiente.
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La importancia de la circularidad: transformar los residuos médicos en nuevas materias primas es ahora una prioridad para evitar la acumulación y reducir la presión sobre nuestros recursos naturales.
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Una necesidad de mayor capacidad de respuesta: las infraestructuras deben ser adaptables y escalables para reaccionar rápidamente ante nuevas crisis sanitarias.
Construyamos juntos un futuro más seguro para la gestión de residuos médicos infecciosos
Cinco años después del inicio de la Covid-19, el mundo ha cambiado. La gestión de residuos médicos ya no es solo un desafío logístico, sino un problema de salud pública y desarrollo sostenible. Es crucial seguir avanzando, invirtiendo en soluciones inteligentes y reforzando nuestra capacidad de respuesta ante futuras crisis.
¿Quiere innovar de forma responsable en el tratamiento de residuos médicos?
Contáctenos en sales@ecosteryl.com
Las fuentes utilizadas en la redacción de este artículo de blog:
- Organización Mundial de la Salud (OMS). (s.f.). Documentos informativos sobre el nuevo coronavirus (2019-nCoV). Recuperado de https://www.who.int/fr/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/technical-guidance.
- Organización Mundial de la Salud (OMS). (2024, 11 de marzo). Directrices sobre seguridad biológica en laboratorios en relación con el SARS-CoV-2 (COVID-19). Directrices provisionales, actualización del 11 de marzo de 2024. Recuperado de https://iris.who.int/bitstream/handle/10665/376333/WHO-WHE-EPP-2024.3-fre.pdf.
- Organización Mundial de la Salud (OMS). (2023, 13 de enero). Prevención y control de infecciones en el contexto de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19): directrices evolutivas. Recuperado de https://iris.who.int/bitstream/handle/10665/366635/WHO-2019-nCoV-ipc-guideline-2023.1-fre.pdf.
- Organización Mundial de la Salud (OMS). (2020, 29 de julio). Agua, saneamiento, higiene y gestión de residuos en relación con el SARS-CoV-2, el virus responsable de la COVID-19. Directrices provisionales. Recuperado de https://iris.who.int/bitstream/handle/10665/334037/WHO-2019-nCoV-IPC_WASH-2020.4-fre.pdf?sequence=1.