El primer microondas fue creado al mismo tiempo que Ecosteryl

Microondas: del chocolate fundido a la descontaminación de los residuos médicos infecciosos

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Desde el inicio del nuevo milenio, Ecosteryl ha descontaminando residuos médicos infecciosos usando la tecnología de microondas, que permite el calentamiento continuo de los residuos médicos “triturados”. Explicación de la tecnología

Ecosteryl fue pionera en este campo; la empresa se especializa en “mecánica y trituración” desde 1947, combinando su pericia con las del CNRS con el fin de industrializar una tecnología de laboratorio para transformarla finalmente en múltiples equipos para hospitales y proveedores de servicios. Desde la Ecosteryl 75 hasta la Ecosteryl 250, incluyendo su último producto -la R-Steryl, un centro de reciclaje para los residuos ya descontaminados-, Ecosteryl cierra el círculo de la economía circular.

¿De dónde vienen las microondas?

Desde mitades de los años 70, la mayoría de nosotros se ha familiarizado con las microondas, que a lo largo de los años han encontrado su lugar en nuestras cocinas. El instrumento que se usa para calentar comida preparada ha convencido a la mayoría de los hogares y se ha convertido en una especie de metonimia de una tecnología mucho más compleja, una radiación electromagnética de una determinada longitud de onda, llamada microondas.

Según el campo de estudio adoptado por los investigadores, las microondas se sitúan entre los infrarrojos (la mayor fuente de energía que nos llega del sol) y las ondas de radio difusión. La existencia de las ondas electromagnéticas fue predicha en 1884 por el físico y matemático escocés James Clerk Maxwell y fue demostrada cuatro años después por Rudolf Hertz, quien creó un aparato para producir ondas de radio.

Se les denominó “micro” ondas porque tenían una longitud de onda más corta que la banda VHF, que utilizaban los radares durante la Segunda Guerra Mundial, y que comienzan justo después de las ondas de radio UHF.

Microondas e hiperfrecuencia

Las microondas también son conocidas como ondas de hiperfrecuencia y las investigaciones realizadas desde principios del siglo XX han permitido encontrarles aplicaciones cada vez más decisivas en multitud de ámbitos.

Fueron decisivas no solo para las telecomunicaciones, sino también para su aplicación en el radar entre los años 30 y 50, debido a la Segunda Guerra Mundial.

Muchas otras aplicaciones se añadieron después. La liberación de calor producida por las microondas, descubierta por casualidad, está detrás del origen del horno microondas, por ejemplo. La leyenda cuenta que un ingeniero americano que dirigía una fabrica de magnetones de radar -un magnetón es un dispositivo que convierte la energía cinética de los electrones en energía electromagnética, en forma de microondas (la energía cinética siendo la que posee un cuerpo como resultado de su movimiento)- descubrió que las microondas desprendían un calor que podía utilizarse para cocinar o calentar alimentos. De hecho, simplemente notó que la barra de chocolate que llevaba en el bolsillo se derretía cuando pasaba cerca de los magnetrones, generadores de microondas. No fue el único que lo notó, pero fue él quien -basándose en los diversos informes que había recibido- diseñó y desarrolló el primer horno de microondas, en 1947. Fue exactamente en el mismo año que se creó Ecosteryl (AMB en aquella época). Las primeras pruebas exitosas del microondas se llevaron a cabo con palomitas de maíz y con un huevo… los cuales explotaron en la cara de los científicos.

Como suele ocurrir, no fue hasta los años 80 cuando aparecieron microondas de bajo costo, y la industria desarrolló aplicaciones comerciales para esta tecnología militar. Y hay muchas más aplicaciones de este tipo.

Como resultado de estos avances, ahora tenemos teléfonos móviles, teléfonos inalámbricos, comunicación y navegación por satélite, sistemas de medición industrial y control de procesos de fabricación, control del tráfico aéreo y por carretera, televisión por satélite, radares policiales, sistemas de alarma y sistemas de control automático de automóviles y compras.

También hay aplicaciones en el mundo de la alimentación, la medicina, la biología, la química, la oceanografía, la detección de tormentas y la previsión meteorológica, la geología, la detección y el control de la contaminación, la investigación de la física y el plasma y la tecnología aeroespacial, etc.

Descontaminación de residuos médicos infecciosos

En el ámbito de la salud pública, las microondas también hacen maravillas, como demuestran las tecnologías desarrolladas por Ecosteryl para la descontaminación de residuos médicos peligrosos.

¿Cómo funciona? Las microondas se dirigen a los residuos médicos infecciosos triturados, que pasan por un túnel durante 3 minutos. Los residuos, que por naturaleza tienen un alto contenido de humedad, se exponen a microondas que cambian de dirección más de 2.000 millones de veces por segundo. Las moléculas de agua, que son sensibles a esta agitación, ven aumentar su temperatura.

Las máquinas Ecosteryl mantienen esta temperatura a 100°C. Se trata de un sistema que, al igual que las autoclaves, descontamina los residuos médicos infecciosos, pero sin utilizar agua.

En un artículo científico de 2017, la tecnología microondas demostró ser más segura que sus principales competidores, más respetuosa con el medio ambiente, y operar con menor consumo de energía. Reduce drásticamente la huella de carbono de las instituciones que tratan residuos médicos peligrosos y elimina los vertidos de efluentes líquidos y gaseosos.

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